lunes, 30 de marzo de 2015

Capitulo 4


Escuche un infernal sonido que provenía del despertador. Me obligue a salir de la cama pues mi vuelo salía temprano.

-¿ya estas lista?- dejo Cath desde fuera de mi habitación.

-estoy lista en cinco- le dije mientras me calzaba las deportivas y arreglaba mi cabello en una coleta improvisada.

Por ultimo tome mi maleta y mi bolsa de mano, en la que básicamente llevaba mi celular y cargador.

Salí de hacia la cochera y coloque mi equipaje en el maletero. Llame a Cath y salimos en dirección a el aeropuerto.

En el viaje nos limitamos a permanecer en silenció, pues a ambas nos gustaba pasar parte de la mañana meditando o simplemente pensando.

Llegando al aparcamiento del aeropuerto le pedí a Cath que me abriera la cajuela del coche, a lo cual asintió. Baje mi maleta y me encamine hacia dentro con Cath junto a mi.

Al parecer para mi suerte el no había llegado. Nos dirigimos hacia unos asientos, cuando escuche unos pasos detrás nuestro, rogué a dios por que no fuera el…

-hola- dijo dirigiéndose a nosotras.

Puse una mueca en cuanto escuche su voz, sentí el codazo de Cath.

-si quieres que esto funcione tienes que hacer un esfuerzo- me amenazo en un susurro.

Se giro en su dirección y le saludo, luego yo me gire.

-hola- dije con una sonrisa forzada.

-encantado de volver a verte también- dijo con una estúpida sonrisa sarcástica en la cara.

Sonó un celular, el de Cath para ser más precisos. Esta atendió hablo por mas o unos dos minutos luego colgó y empezó a teclear.

-bueno, yo me despido chicos- dijo mientras terminaba de teclear su mensaje, luego se fue.

Nos estuvimos sentados en el lugar de las sillas, no estuvimos ni dos minutos cundo una voz hablo pidiendo que abordáramos nuestro vuelo.

-¿vienes?- dijo Ian sacándome de mis pensamientos.

Entonces me pare y caminamos hacia nuestro avión para abordarlo.

En el avión, me senté junto a la ventana con Ian a mi lado, ¿Por qué los asientos contiguos tienen que estar juntos?, no conocerán el concepto “espacio personal”.

-me estas asustando- al parecer se dirigía a mi.

-¿lo haces muy seguido?- me pregunto.

-¿hacer el que?- pregunte confundida.

-quedarte mirando un punto fijo sin mover la mirada ni parpadear- me respondió enarcando una ceja.

-¿tal vez?- dije con un encogimiento de hombros restándole importancia.

Y ahí termino nuestra “charla” a decir verdad era bastante fácil estar junto a el cuando este estaba en su celular mientras yo leía un libro que se había colado en mi bolsa de mano.

(…)

Olía tan bien y se sentía tan cómodo, estaba consiente que seguía en el avión pero, ¿Cuándo había agarrado una almohada?

Abrí los ojos de golpe. No, no, no, “trágame tierra” rogué, pues estaba dormida en su hombro y el apoyaba su mentón en mi cabeza. Me sobresalte y pegue un brinco.

Pronto se escucharon quejidos por parte de ambos, pues había hecho que nos golpeáramos. Estaba dispuesta a pedirle perdón…

-creo que me babeaste el hombro.

De pronto enrojecí de furia. Maldito.

-¿Por qué tan roja hermosura?- pregunto con una estúpida sonrisa coqueta.

Imbécil, estúpido, idiota, patán, canalla, maldito y ni todos esos adjetivos juntos lo describían por completo. Inhale hondo y exhalé muy, pero muy lentamente en un intento de calmarme.

-solo sierra la boca- le dije muy lentamente con los dientes apretados, a lo que el respondió con una estúpida sonrisa muy propia de el, esto ultimo solo empeoro mi enojo, así que seguí luchando y reprimiendo las ganas de echarle a patadas. Me concentre en mis  respiraciones y después de un rato logre tranquilizarme.

Pronto una azafata se nos acercó contoneándose a mas no poder, mientras pestañeaba como si tuviera una basura en el ojo y enredaba un mechón de su oxigenado cabello en su dedo índice. Oh por dios, mierda si no le estaba coqueteando descaradamente a Ian. Puse cara de asco al observar aquella escena y vi como Ian le seguía el juego guiñándole un ojo y mirándole con un aire de arrogancia.

-mi nombre en Mía y estoy a su disposición- dijo inquisitivamente con voz chillona.

 Se alejo contoneándose de la misma manera que había hecho anteriormente al aproximarse hacia aquí.

-¿enserió?

-¿Qué?

-estabas coqueteando con la azafata.

-oh, mi vida, es que acaso ¿te haz puesto celosa? 

Reí sin humor. ¿Pero que mosca le picó? “mi vida, hermosura”, en que libro de poesía barata lo había leído. Espera un momento, siquiera ¿sabia leer?

-créeme, estuve todo lo que tu quieras menos celosa.

El resto del viaje transcurrió normal, con una que otra visita de la azafata para insinuarle a Ian, hasta que el avión al fin aterrizó.

Salimos del aeropuerto y tomamos un taxi a “casa”, aun en mis pensamientos se me dificultaba volver a llamar a aquel lugar “casa”.

El taxi nos dejo justamente afuera, le pagamos, sacamos el equipaje y fuimos hacia la puerta. En ese momento las manos me comenzaron a sudar y temblar. Después de tanto tiempo estaba frente a la puerta que me separaba de mi pasado y tenia que afrontarlo, pero mi alma se quería seguir aferrando al presente, mientras yo era muy consiente de que no había vuelta atrás, esta vez no tenia salida, empecé a hiperventilar, aun antes de poder subir ningún escalón de la escalinata.

-¿te encuentras bien?- pregunto Ian ¿preocupado?

Genial. A mi ataque de pánico había que agregarle el teatrito que queríamos armar con Ian, esto era pura mierda.

-si- mentí, mientras respiraba profundamente para tranquilizarme.

-¿entonces?- pregunto sin tragarse mi respuesta.

-es que, hace mucho que no los veo y… no se, se siente raro- le dije.

-entonces, supongo que estarán muy felices de verte, no tienes de que preocuparte- dijo con seguridad mirándome directamente a os ojos y debo admitir que es ayudo a que me tranquilizara.

Subí la escalinata decidida a tocar la puerta.

-debo admitir que e lo mas inteligente que te he oído decir- le dije con gratitud a espaldas de la puerta.

-para servirte- dijo con voz seductora  guiñándome un ojo.

-retiro lo dicho, en verdad eres un idiota- me corregí.

-es parte de mi encanto- dijo riendo.

Me reí sin humor. Me gire hacia la puerta y toque tres veces con mi mano en puño sintiendo y escuchando el sonido de la fría puerta blanca de madera.

Sentí  mi corazón salir del pecho cuando se escucho el sonido de como giraban desde dentro la perilla dorada de la puerta, el crujido de la vieja puerta al abrirse puso de punta el vello de mi nuca y las voces que venían desde dentro me hicieron dar un inevitablemente un respingo, sentí la mano de Ian en mi hombro en un intento de brindarme apoyo que en verdad ocupaba, ya se lo agradecería luego que estuviera mas tranquila.

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POR UN ERROR NO SE PUDO SUBIR EL CAP 3 YA LO HICE Y DE PASO DEJE EL 4

Capitulo 3



HOLA!!!
LO SIENTO POR NO SUBIR CAP, ES QUE EN VERDAD ESTOY MUY OCUPADA, EN FIN ESPERO QUE ME DISCULPEN Y DISFRUTEN EL CAP
PD: se que es corto pero les prometo que el siguiente será mas largo.


-No puedo creer que aceptaras- dijo Lili después de que le conté lo que había pasado ese miso dia en la mañana.


-Ni yo me lo llego a creer, pero tendremos que hacernos a la idea.


-¿con quien asistirás?- dijo levantando una ceja.


-con el playboy- dije mientras escondía mi cara entre mis manos.


-y el “playboy” es…


-el primo.


-oh, Ian Maguire.


-exacto.


-tampoco es tan malo quiero decir…


-que “no es tan malo”, sabes que tienes razón, no es “tan malo”, es terrible.


-tu amiga, eres una exagerada.


-igual, no se como fui capaz de aceptar- dije ya estaba mordiendo mis uñas.


El día transcurrió normal. Nosotros atendiendo la barra, chicos sudorosos bailando, filtrando y tomando hasta desfallecer. Si un “día excelente”.


(…)


-No, no, no y por si no te quedo claro no- dije cuando me entere de que Cath había comprado los boletos de avión para mi y para Ian y iríamos en el mismo vuelo es asientos contiguos.


-no es tan malo, aparte ustedes ya se conocen y…


-exactamente por eso, por que lo conozco y, ¿Cómo lo describo de manera amable?... pues es, todo un playboy.


Me miro seria por medio segundo o menos y luego estallo en risas, mientras se agarraba el estomago.


-bueno, esta claro que no aras nada al respecto, asi que voy a empacar, que desgraciadamente mi vuelo sale mañana.


-no es “tu” vuelo es el de “ambos”- me lo recalco y volvió a su función de reír en mi cara.


-Algún día me las pagaras Cath- dije mientras me aproximaba a mi habitación.


-me gustaría ver eso- dijo Dan saliendo inexplicablemente de la cocina con una manzana en la mano.


Sentí mis mejillas arder por la vergüenza, pues Dan habría escuchado toda mi conversación con Cath.


-quiero decir, me gustaría ver tu venganza hacia Cath, pero me gustaría mas verte a ti y a Ian pasar juntos mas de cinco minutos- dijo con una gran sonrisa en la cara.


Tome el primer cojín a mi alcance y se lo arroje a la cara, lamentablemente no le llegue a dar pues el la atajo con mucha facilidad. Después de todo ese show armado en la sala me dirigí a mi cuarto sin mirar atrás, dejando mi dignidad tirada y recogiendo la poca que quedaba a mi alcance.


Prepare las maletas mientras escuchaba música desde el computador y bailaba. Al cabo de unos diez minutos acabe de hacer las maletas y fui a la sala con la esperanza de que Dan se hubiera ido y Cath estuviera dormida ya en su cuarto. Y así fue, por primera vez “la suerte estaba de mi lado”. Agarre una manzana, me la comí rápidamente, fui al baño a cepillarme los dientes y me dirigí a mi habitación a dormir en mi hermosa y posesiva cama.

sábado, 7 de marzo de 2015

capitulo 2



                          Lunes 8:00am.
Me despierto con un dolor en mi muñeca, había dormido encima de ella. Me pongo unos jeans y camino hacia el comedor y me encuentro a Cath sentada revisando el correo por lo general solo son cheques con dinero que les mandaba su padre tanto a ella como a su hermano. "puff, como si el dinero pudiera compensarles "aunque a ella no le gustaba sacar el tema.
-Toma es para ti.- sacudo la cabeza despejando mis ideas y la mire sorprendida pues a mí nunca me llega nada.
Tendí mi mano para alcanzar el sobre, lo abrí curiosa, lo leí y  no lo podía creer.
-Iss ¿te encuentras bien?
Yo solo me quede muda alternando la mirada al sobre y hacia los ojos de Cath, ella me quito de las manos la carta que era la invitación a "la boda de mi hermana".
- Pero. Que. Mierda.
Ya lo había leído, yo solo seguí en el shock que me provoco un simple papel no mejor dicho la información que dicho papel contenía.
-tienes que ir- dijo como sí fuera una gran idea.
-si, claro, y de paso voy a Narnia en unicornio.- le dije sarcásticamente.

No deberías leer tanto, te empiezas a salir de contexto.
-esa es la idea.
-No, en verdad tienes que ir y no solo iras, iras con alguien.
-solo que asista con tu perro.
-no, asistirás con un chico.
-“oh perfecto”, solo un ligero detalle no tengo con quien ir.
-Mi hermano- dijo como si se tratara de una esplendida idea.
 –bien.
-no, espera, el iría con migo a un tiempo de caridad con papa, y una mierda- dijo molesta.
Su padre y su madre estaban separados por que ambos habían elegido su trabajo antes que su familia o su matrimonio, su padre era un gran empresario mientras que su madre era una exitosa modelo.
Me miro pensativa y luego sonrió maliciosamente, esto no está bien su mirada no me relaja nada.
-Ian- dijo aun con esa sonrisa maliciosa.
Me reí de su buena broma. Me miro seria y mi sonrisa se borró.
-Cath Olsen, dime que esto es una broma.
Cuando ni me respondió supe que ella quería que fuera con  el idiota de su primo.
-NO,NO y jodidamente NO.
-SI, piénsalo, les harás ver que eso no te afecto y que has logrado seguir con tu vida, no te gustaría eso, que vieran que estas bien a pesar de lo que te pasó.
Me lo pensé , en parte ella tenía razón sería maravilloso no darles la satisfacción de haber ganado y borrar esa estúpida sonrisa de sus caras, pero por el otro lado iría con su primo el “soy demasiado perfecto como para quedar estancado con una sola mujer”.
              -tengo que pensarlo.
               -pues no te lo pienses tanto.
               -es que...
-NO, nada de "es que",  dame la razón soy tu mejor amiga, la persona en la que mas confías en este planeta, admitámoslo soy como algún tipo de dios para ti, simplemente me adoras. Pero regresando al tema debes hacerme caso yo sé lo que es bueno para ti, o acaso crees que yo sería capaz de hacerte un daño de cualquier tipo, pues si es lo que te preguntas créeme cuando te digo que yo no sería capaz de causarte daño de ningún tipo, ya que eres mi mejor amiga y la persona en la que mas confió en este planeta de mierda, así que, que esperas para aceptar mi muy elaborada propuesta y mi muy buen discurso improvisado.
              - no, Cath, pero…
              -no, quedamos en que nada de peros, solo dime que aceptas y ya tan fácil como eso, sabes que terminaras diciendo que si así que ahorrémonos tiempo- dijo poniéndome carita de perro.
               -déjame pensarlo, es que en verdad necesito, tomarme un tiempo para pensarlo.
               -pes piénsalo rápido que estoy a punto de llamarle- dijo sacando su celular y apuntándolo.
                -Cath- la regañé, pues ella lo que quería era que tomara una decisión bajo presión, “es demasiado astuta”.
                -un momento, estoy haciendo una llamada- dijo mientras colocaba dichoso celular en su oreja, vi como se le dibujaba una gran sonrisa en la cara por no sé qué  cosa que le diesen del otro lado del teléfono, pero no me gusta nada, que Cath sonría así no es nada bueno, al menos para mí.
               Odio cuando hace eso, pero algún día me las pagara…
              -genial-dijo hacia su celular.
              -a aceptado- dijo volteando hacia mí.
              Un sonido parecido a un “agg” y un “aish” combinado salió de mi garganta al oír eso ultimo seguramente solo acepto para reírse de mí por tan patética propuesta , si es que se le puede llamar así a tal locura.
            -sabes que me amas- dijo con una gran sonrisa dirigida especial y exclusivamente hacia mí.
               Y se fue con caminado triunfante hacia el baño con mi mirada fulminante en la espalda, (aunque no pareció importarle mucho), pronto se escuchó correr el agua                                                                                                      que provenía de la regadera del baño, donde probablemente Cath se bañaba plácida y cómodamente mientras yo me jodía el maldito cerebro pensando en cómo haría esto, cuando menos lo esperaba ya me estaba mordiendo frenéticamente las uñas y la música que provenía del baño no me estaba ayudando mucho que digamos, (escuchar a Adam Levine contando como solo él sabe me distraía demasiado).
           Después de unas horas y una uña sangrando, me di cuenta de que Cath tenía una gran cantidad de razón, aunque eso no hacía que su plan se hiciera menos descabellado, me regañe a mi misma por divagar tanto cuando se suponía que mi decisión estaba tomada y ya había decidido ser parte de su descabellado plan, al fin y al cabo, nada podría salir mal, o tal vez si…