sábado, 18 de abril de 2015

Capitulo 6


Me incorporo en la cama con los ojos entrecerrados que se empiezan a acostumbrarse a la luminosidad de la mañana.

Ya dispuesta para salir de la cama uso mis pantuflas para no tocar el frio suelo que es común en las mañanas, me paro y hago mi camino rodeando la cama dirigiéndome a mi closet. Lo abro y tomo un par de cosas, de repente me sobresalto al oír otra respiración y giro mi cabeza lentamente, casi sentía que un muñeco satánico me atacaría luego me percate de que Ian había dormido aquí y sip, en definitiva debería dejar de leer libros de terror. Lo veo, se encontraba semidesnudo recostado boca arriba, su pecho subía y bajaba con forme a su respiración, su abdomen marcado secundaba esta función.

-¿Qué tanto miras Iss?- su voz sonaba ronca, incluso me atrevería a decir que sexy.

Pronto el calor inundo mis mejillas y me voltee hacia el armario para disimularlo y fingí estar ocupada decidiendo que vestir.

-Lo descarado que eres- le conteste al fin con un hilo de voz.

-a mi no me parecía lo mismo- casi podía sentir su estúpida sonrisa.

Mire de reojo como se incorporaba perezosamente, se estiraba cual gato con sobrepeso y no se como hacia que ni haciendo tal cosa se le iba el estilo. Sonrió, ¡demonios!, me pillo mirándole.

-¡ponte algo!- dije arrojándole la primer prenda a mi mano.

Seguí en lo mío con el closet ignorándolo lo más que pude.

-Si, creo que no seré capaz de rellenar esto- lo que dijo me desconcertó.

¿Rellenar el qué?, oh por dios, no, dime que lo que Ian trae en las manos no es… Me gire para corroborarlo, ¡mierda!, de todas las benditas prendas de el bendito mundo, ¿Por qué esa?, ¿Por qué malditamente  tenia que ser mi sostén?

-Pero conozco a alguien que si- dijo observándolo.

-¿a si?- pregunte mas exasperada que avergonzada.

Me recorrió con la mirada de pies a cabeza, casi podía sentirme casi victima de una violación de no ser por que el que lo hacia era Ian que asta donde yo sabia era incapaz de hacer algo así.

-exacto- me respondió con una sonrisa coqueta.

¡Mierda!, el muy pervertido se estaba refiriendo a mi, el calor inundo mis mejillas nuevamente.

-pervertido- le dije mientras arrebataba la prenda de sus manos.

-tranquila Katzchen, que yo no dije nada- dijo sonriente.

¿Katzchen?, seh, en definitiva a este chico en verdad necesitaba una visita a el psiquiatra, ya asta se empezaba a inventar cosas raras.

-Lo digo en serio, vístete- le recalque.

-tu mirada de hace rato decía todo lo contrario, Katz- dijo divertido.

-tres cosas, la primera, solo observaba lo descarado que eres, segunda, no me llames Katschem o como se diga y tercera, se me hace absurdo tener una discusión de estas mientras andas semidesnudo por mi cuarto- deje interrumpiendo mi ida al baño.

-se discute bien así Katzchen- dijo con una gran sonrisa.

-no m llames así- le repetí.

- lo que tu digas Katz-  si que sabia como sácame de mis casillas.

-eres increíble- le dije enfadada.

-se hace lo que se puede- me dijo fingiendo modestia, que era por lo que los dos sabíamos algo de lo que carecía.

Me fui directo a el baño esta vez sin prestarle atención, gracias a dios no dijo nada después de eso, pues estaba demasiado ocupado alimentando a su ego que parecía que explotaría en cualquier momento, en verdad había días en los que lo soporta y otros en los que quieres matarlo, vender sus órganos y quemar el resto. En el baño tome una ducha rápida con agua fría para espabilar y me vestí rápidamente para salir agarrando mi lizo cabello en una coleta alta, este seria un día largo.

Al salir del baño me encontré a un Ian con pantalones pero sin camisa, en cuanto me vio salir se aproximo al escritorio, tomo sus cosas y entro al baño no sin antes giñarme un ojo, en verdad no tenia remedio, sonreí al darme por vencida con el.

Abrieron la puerta sin avisar y Jazlen  emergió de ella con una gran sonrisa, ella siempre fue así sonreía el 90% de las veces y las otras se dedicaba a permanecer serena.

-Hola issquiz- dijo con emoción, casi se me olvidaba lo raros que podían llegar a ser sus apodos.

-hola Jaz- le respondí sonriendo.

-¿issquiz?- se sumo un Ian divertido.

-y el es…

-Un idiota- le respondí.

-discúlpala Jaz, es que issquiz puede llegar a ponerse un poco refunfuñona por las mañanas.

-¿refunfuñona?, ni que fuera gato- les replique a ambos.

-si nada mas te falta ronronear- inquirió Jaz.

-en eso estamos- le dijo Ian y me dirigió una sonrisa juguetona.

Que con lo “poco” malpensada que es Jaz, le tomo mas o menos una decima de segundo captar el doble sentido de Ian.

-suerte con eso- le deseo a Ian con una sonrisa cómplice.

-gracias- le guiño un ojo.

Ian empezó a cerrar la puerta pero Jaz la detuvo con su pie.

-tranquilo tigre, quiero decir suerte, pero no ahora, ahora necesitamos a Iss para ir a probarnos los trajes de damas de honor y tu vas con los chicos- le dijo y intento llevarme con ella.

-nos podrías dar un segundo para charlar, asolas- le dijo Ian, se lo agradecí por dentro.

-claro pero la quiero en cinco minutos abajo- dijo y se fue.

-un momento, a que se refiere la señorita “elmundoesfeliz.com”- me pregunto tomándome del brazo yo me reí por como llamo a Jaz.

-hablo en verdad- me informo un poco exasperado.

-tu hablando en ¿verdad?, permíteme reírme- le dije lo cual le exaspero mas, le estaba haciendo entender como se sentía ser el exasperado.

-ya, lo entendí, seré menos exasperante, ¿feliz?- me dijo.

-un poco y ella se refiere  lo de la boda tienes que ir a probarte el traje que Máyela confecciono- su cara palideció.

-¿que no te lo dijo Cat?- le dije.

-algo así, pero me dijo que te ayudaría a salir de un apuro, pero no crei que tu y yo…- no pudo terminar la frase.

Primero me quede un poco confundida y luego entendí a lo que quería llegar con esto y me reí ante su absurda suposición.

-¿Qué es tan gracioso?- pregunto con el seño fruncido.

-no es nuestra boda- le saque de dudas.

Me pareció oírle soltar aire que había estado conteniendo, no sabia si sentirme ofendida o seguirme riendo por su expresión.

-no estoy tan desesperada como para casarme contigo- le dije.

-eso dices ahora, dentro de unos días me rogaras que te haga un hijo- contrarresto.

-si, eso no te lo cree ni tu abuelita- le dije mirándolo como si me diera pena.

-además, tu serias el que me rogaría que me casase contigo- complete.

-es una apuesta- dijo y me ofreció la mano.

Era algo tonto incluso rosaba los limites de la locura, pero seria entretenido.

-El que se enamore pierde- dije estrechando su mano con la mía, acto seguido baje por las escaleras sin mirar atrás.

                Que empiece el juego Ian Maguire, esta vez me asegurare de no perder…

viernes, 10 de abril de 2015

Capitulon 5


-¡Hola!- me abrazo Vivian haciendo que sus rizos atacaran mi cara mientras me sostenía apretadamente.

-a mi también me da gusto verte-le dije por falta de aire, lo cual al percatarse me soltó.

-oh, y vienes con compañía- dijo inspeccionando detenidamente a Ian de pies a cabeza.

-tienes buen gusto- dijo en tono “bajo” y me guiño un ojo.

Era de esperarse pues no mfe esperaba el que Ian pasara de desapercibido, pero bueno comenzaríamos con nuestra treta.

Incite a Ian a entrar junto conmigo y lo guie a los cuartos, el se había ofrecido a cargar con las maletas y la verdad que por dentro le agradecí pues sentía que mis brazos ya no podrían.

Primero entramos a que había sido mi cuarto y todo estaba igual, mi escritorio, mis libros, la tele y mis cuadros, todo estaba tal cual lo había dejado, me traía muchos buenos recuerdos aunque también traía a los malos…

-¿todos tus familiares son así?- dijo sacándome de mis pensamientos.

Me reí ante tal pregunta a lo cual respondió mirándome confundido y se mes escapo otra risilla, “pobre no sabe en lo que se ha metido”.

-no todos son iguales- le dije y algo en su expresión se relajo.

-hay peores- su cara en verdad era un poema.

Soltó las maletas en el suelo y se adentro observando los estantes, fotos y muebles. Camino y se detuvo cerca del escritorio recargándose en este.

-bonito cuarto-dijo mirando alrededor.

-no te encariñes que tu no te quedaras aquí- le dije cruzando los brazos y apoyando una cadera en el marco de la puerta.

-¿ah, no?- dijo acercándose.

-no, tu te quedaras por allá- le conteste apuntando la puerta de el cuarto de invitados.

-Te acompaño- le ofrecí.

Lo lleve hacia el cuarto de invitados, y a abrir la puerta detecte un olor dulzón, si ella estaba aquí y a la mierda con mi suerte.

-hola querida- dijo Janine con una sonrisa hipócrita.

-hola- dije intentando calmar mis nervios, para no morderme las uñas.

-veo que no has cambiado nada- hizo un ademan con la mano dirigiéndose a mi estatura.

-oh, pero mira lo que trajo el viento, ¿Quién es este guapetón?-  dijo  haciéndome a un lado para ir a donde Ian.

Ian se quedo parado observando divertido la escena que estaba formando Janine.

-mira idiota, yo que tu me regresaba a la perrera de donde es mas que obvio que te sacaron, ten un poco de dignidad o por lo menos, finge tenerla, en verdad me das pena- le dije.

Janine enrojeció de furia y salió despedida hacia las escaleras como alma que lleva el diablo, sonreí con satisfacción.

-¿Qué fue eso?- pregunto Ian con una enorme sonrisa en la cara.

-oh, eso es mi prima Janine- le respondí y el rio.

-yo que tu tenia cuidado no valla a ser que te viole.

-¿insinúas que estoy violable?- pregunto con una sonrisa arrogante.

-no, lo que insinuó es que ella esta dispuesta a abrirle las piernas a todo lo que se mueve.

Escuche que subían las escaleras cuando alcance a distinguirle vi que era Leny sin pensármelo dos veces corrí a abrazarle…

Ian POV.

Ver  la pelea de Iss y su prima había sido algo entretenido, incluso yo había llegado a mi conclusión con respecto a ella. Mi conclusión es que ella podía legar a ser como un gatito,( lindo y suave al contacto, pero al sentirse amenazado se le iba la ternura y sacaba las garras) y eso era algo que nunca me dejaba de impresionar…

Yo mismo me saque de mis pensamientos al ver como corría a abrazar a un chico que había emergido de las escaleras, ver como se abrazaban me hizo sentir algo indescriptible, fue algo que nunca en mi vida había experimentado.                                                                                                                                                     Los observe detenidamente, vi como el la levantaba del suelo al abrazarla y como si de un acto reflejo se tratase carraspeé. Ella lo libero y se dirigió hacia mí.

-oh, te presentó a mi primo Lenny- al escuchar la palabra “primo” sentí un inmenso alivio y otra cosa que ignore tal vez seria satisfacción o algo así, igualmente le reste importancia.

-Leonard- le corrigió mientras me tendía la mano para que se la estrechase.  

-Ian- dije estrechando su mano.

-que bueno que decidieras venir después de lo que paso con…

-oh, la puerta yo abro- le corrigió  rápidamente Iss, impidiéndole que continuara hablando.

Iss bajo rápidamente las escaleras para atender la puerta, en cuanto se le escucho bajar el ultimo escalón Leonard se aproximo un poco mas en mi dirección.

-No se te ocurra lastimarle, créeme, te saldrá caro- me dijo amenazante con un semblante relativamente serio.

Me enojé al escucharle decir eso, ¿por quien me tomaba?, no tenia ni idea y me venia con sus amenacitas de cuarta.

-No lo haría de todas formas- le respondí de igual manera.

Me abrí paso entre el y el pasillo para ir a con Iss, la verdad que no me estaba sentando nada bien su “platica/amenaza”.

-eso espero- escuche que me dijo, mientras seguía el camino que ya había recorrido escaleras abajo.

Iss POV

Ni siquiera había escuchado que tocaran la puerta, lo único que intentaba fue evitar que Lenny mencionara el “tema” que estuvo a punto de mencionar.  Simplemente no lo quería comentar, no ahora, no frente a Ian, ya era bastante penoso haberle pedido de favor que me acompañase para armar una farsa, mas creíble sería decir que había decidido casarme con Margie, pero ya estaba aquí y debía de enfrentarlo de una vez por todas, pero no quería hacerlo, no aun…

-¿Quién era?- dijo Ian invitándome a decirle por que había salido disparada por las escaleras.

-Un tal Alan- le respondí en un intento de sonar creible.

-¿Qué quería ese tal “Alan”?- me cuestiono estudiándome con la mirada.

-buscaba a la vecina, se equivoco de puerta- quise parecer razonable.

Me miro interrogativamente sin creerse lo que le había dicho, yo por mi parte no le di señal de estar mintiendo. Al final lo dejo pasar y cambio a su semblante habitual, eso me alivio.

Vi a Lenny bajando por las escaleras y pronto llego a mis oídos el sonido de la puerta, fui a abrir sin pensármelo dos veces.

Al abrir la puerta me encontré con la alta y delgada figura de mí amiga Leyla, llevaba su cabello recogido en un rodete, traía puesto un short de mezclilla y una blusa negra.

-Aisis- dijo mientras me abrazaba y yo le devolvía el abrazo.

-creí que no te volvería a ver.

-no te desharías de nosotras tan fácilmente- me respondió sonriente.

¿Nosotras?, y para responder mi pregunta no formulada Estephania apareció a un lado de Leyla, calzando sus típicos tacones bajos, falda de mezclilla y blusa con encaje, (ella y el encaje eran inseparables).

-Esteph-le abrace y después las invite a pasar.

Entraron en la casa y vi a Lela recorrer un camino hasta Lenny cuando llego junto a el lo ¿abrazo?, ¿de que me había perdido?.

-¿tu y Leyla?- les interrogue extrañado mientras los apuntaba con mi dedo índice.

Me quede de piedra al verles asentir mutuamente como si fuera lo mas natural del mundo. Oh por dios, ¿ahora que seguía?, ¿Vivian cuerda?, ¿Esteph dulce?, ¿Janine Virgen?

Pronto se escucho la risa de todos ante mi reacción, seguramente había pensado en voz alta.

Esteph jalo a Leyla del lado de mi primo y la llevo consigo hacia donde Ian, ¿ahora que harían este par de locas?

-¿me darías una clase de ciencias?- dijo Esteph con picardía.

-tranquilas que viene conmigo- les dije con una sonrisa en la cara.

-eso es verdad- me respaldo Ian y me tomo por la cintura para clocarme mas cerca de el.

-¡miau!- dijeron inquisitivamente al unísono.

-¿Qué es lo que haces?- le susurre.

-hacer un poco creíbles las cosas- me respondió de igual forma

-no nos olviden- dijo Ethan, entrando junto a Andrea y Alejandro.

Me sentía rara al tener a Ian tan cerca así que cuando nadie prestaba atención aproveche para zafarme con el pretexto de ir a saludar a los recién llegados.

-ustedes si que nunca cambian- les dije a los chicos mientras abrazaba a Andrea.

-pero si que estas bien acompañada- dijo Esteph refiriéndose a Andrea y a su compañía.

Se acerco un poco más y observo atenta a los gemelos, (Alejandro y Ethan), pronto detuvo su mirada en Ethan. Esta era raro, nunca había visto a Esteph cerca de un chico sin joderle, acosarle o joderle, Pero no ella estaba o más bien estaban mirándose como si quisieran aprenderse sus caras de memoria.

-¿Quién es ella?- me pregunto Ethan sin despegar su mirada.

-Esteph, y Esteph el es Ethan- los presente rápidamente, no puedo creer que nunca hubieran coincidido.

 El resto de la tarde se paso entre risas y platicas sin sentido, simplemente elegíamos una cosa tonta al asar y nos divertíamos con ella. Pronto los chicos se despidieron y fueron a sus respectivas habitaciones o casas, dejándome sola con Ian. Ay dios, casi se me olvida, ¿Dónde dormiría Ian?, no había habitaciones disponibles.

-dime que eres vampiro y no duermes- implore.

-no, no que yo sepa, y hablando de dormir, ¿Dónde dormiré?- pregunto algo divertido.

-déjame pensar- le respondí.

Después de unos minutos de darle vueltas a esa incógnita, no me había quedado de otra.

-en mi habitación- dije vencida.

Detuvo la pelotita con la que había estado jugando y me vio como si pensando que estaba de broma y al ver mi semblante serio se le formo una sonrisa en la cara y siguió con su pelota.

-bueno, pues haremos una limnea imaginaria en a mitad de la cama, atrévete a cruzar la línea y te soco los ojos con las uñas, ¿capichi?- le dije a Ian.

-entendido- dijo rodando los ojos.

-bien, entonces, buenas noches- dije ya sin energías.

-buenas noches- me respondió.

Me acosté en mi respectivo lado de la cama y Ian hizo lo mismo después de un rato, no tarde mucho en caer rendida ante los brazos de Morfeo.